
Frases, refranes, proverbios. Siempre me fascinaron. No sabría explicarlo, es la capacidad de ciertas personas de decir tanto en tantas pocas palabras la que me atrae. Una frase puede enseñar mas que un libro, una biblioteca, y no hace falta aclararlo, mas que unas cuantas materias de la secundaria.
Cada cierto tiempo voy a ir colocando algunas de las frases de los personajes para mi mas interesantes de toda la historia.
Para empezar Albert Einstein, considerado uno de los hombres mas brillantes que jamás existió. Pero no me interesa de él su inteligencia exepcional, o todos sus para mi incomprensibles conocimientos científicos, sino su sincera humildad y simpleza de espíritu, sus ideales simples, bellos e ingenuos.
Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro.
Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad.
Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La paz.
El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir.
El azar no existe; Dios no juega a los dados.
Si mi teoría de la relatividad es exacta, los alemanes dirán que soy alemán y los franceses que soy ciudadano del mundo. Pero si no, los franceses dirán que soy alemán, y los alemanes que soy judío.
No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicarselo a tu abuela.
No sé con qué armas se luchara en la tercera Guerra Mundial, pero sí sé con cuáles lo harán en la cuarta Guerra Mundial: Palos y mazas.
El que no posee el don de maravillarse ni de entusiasmarse más le valdría estar muerto, porque sus ojos están cerrados.
Estoy absolutamente convencido que ninguna riqueza del mundo puede ayudar a que progrese la humanidad. El mundo necesita paz permanente y buena voluntad perdurable.
Educación es lo que queda después de olvidar lo que se ha aprendido en la escuela.
El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad.
El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad.
¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.
Una velada en que todos los presentes estén absolutamente de acuerdo es una velada perdida.
Espero que las disfruten tanto como yo.
Yotuel.